Dan Borgogno es ingeniero en Seguridad en Latu Seguros. Es Investigador en seguridad informática y no tiene hijos. ¿Cómo brindar un entorno digital seguro a los hijos? “Lo primero es concientizar: las tecnologías avanzan y dejar a nuestros hijos fuera del mundo actual no es posible. Hay que saber explicarles la importancia de la seguridad informática y el valor de nuestros datos, así como qué puede hacer una persona con nuestra información”, plantea Borgogno.
Luego, dice, viene el control. “Pero es fundamental hacerles saber que el control sólo es complementario y que la mejor seguridad está en ellos mismos”, sostiene.
La seguridad se entiende por “capas”, que se adaptan a la madurez de cada niño. “Es importante comprender que un adolescente necesita su privacidad, y se la debe respetar si demuestra que entiende cómo protegerse”, subraya.
Borgogno brinda algunas pautas por edad:
De 2 a 6 años: control total. Los dispositivos deben estar limitados a aquellos que los adultos controlan. Las tabletas Android con control parental son una buena opción, donde se pueda limitar los videos (modo infantil), las aplicaciones (sin navegador) y el tiempo de uso. Se debe usar una whitelist (lista blanca) para permitir el acceso a sitios específicos y denegar el resto por defecto. Físicamente, los dispositivos sólo deben usarse en espacios comunes, nunca en un cuarto.
De 7 a 11 años: en las PC se deben usar cuentas específicas para los niños, siempre dedicadas a ellos. Los padres deben conocer las contraseñas de las cuentas de sus hijos, ya sean de juegos o aplicaciones. Como el uso de internet es requerido por el colegio, se debe establecer navegación segura (safe browsing) y seguir usando whitelist para sitios web. Además, se debe limitar tanto el tiempo de uso como el lugar de uso, evitando el uso en privado.
De 12 a 15 años: se mantienen los controles anteriores, pero con más cuentas y servicios. Se debe hacer fuerte hincapié en la concientización: qué es el grooming, cuáles son los riesgos de la pornografía y qué significa la privacidad. “Vamos a encontrarnos con que muchas aplicaciones nuevas o sitios web escapan a nuestro control, por lo dinámico de internet”, apunta. Es importante reforzar la regla de dejar el celular una hora antes de acostarse y revisar los dispositivos aleatoriamente. No debe haber contraseñas privadas: todo padre debe tener acceso completo al dispositivo del hijo. Se debe estirar el acceso a redes sociales lo más posible (nada de TikTok, Snapchat, Telegram ni Discord). Toda aplicación instalada debe requerir la aprobación de los padres.
De 16 a 18 años: se debe hacer un fuerte hincapié en el autocontrol y la concientización. Se permite un acceso normal a los dispositivos, sin controles automáticos, pero con la responsabilidad de sus actos. Es importante hablar con ellos para incentivarlos a instalar herramientas de monitoreo (como GPS) si comprenden que es una medida de protección. Se debe hacer foco en los riesgos de la extorsión sexual, en cómo nuestra huella digital puede afectar nuestro futuro, y en buenas prácticas de seguridad, como el uso de autenticación de dos factores (2FA) y gestores de contraseñas. A esta edad, se debe privilegiar la charla abierta antes que el espionaje.
