En tiempos donde la política argentina oscila entre ajustes económicos y disputas ideológicas, la diputada nacional María Celeste Ponce, integrante del bloque de La Libertad Avanza, decidió sumar un capítulo singular a su agenda pública: se bautizó en el río Jordán durante un viaje a Medio Oriente y transmitió la experiencia como una revelación espiritual.
“Hoy morí para renacer en Cristo”, publicó en sus redes sociales, acompañando la frase con imágenes de la ceremonia. Vestida con una túnica blanca y rodeada de pastores evangélicos, la legisladora fue sumergida en las aguas del Jordán, el mismo río donde según los Evangelios, fue bautizado Jesucristo y declaró que dejaba atrás “todo lo muerto, todo lo oscuro que no le da gloria a Dios”.
La escena no quedó en lo íntimo. Muy por el contrario: fue amplificada como una pieza de comunicación política. “El único rey es Jesucristo”, expresó Ponce con énfasis, entre versículos bíblicos y testimonios de conversión, citando pasajes de Colosenses, Mateo y Gálatas. La ceremonia fue encabezada por los pastores Fer y Marcos Brunet, referentes del culto evangélico, a quienes agradeció por guiar su transformación espiritual.
El acto, que podría interpretarse como una expresión privada de fe, también revela el creciente entrelazamiento entre religiosidad y discurso libertario en ciertos sectores del oficialismo. La diputada no solo compartió su experiencia: la convirtió en manifiesto. “Este no es un rito. Es una tumba y un nacimiento”, afirmó. “Aquí comenzó mi nueva historia”.