Su reclamo buscaba respuestas en el rostro de sus interlocutores. El intendente considera que “en muchas áreas se invierte mucho, pero el vecino no lo nota”. Como si estuviera en el consultorio de barrio Müller, donde concurre todos los lunes para dar una mano en una de las zonas más calientes de la ciudad, tiene los síntomas del paciente y está buscando la mejor receta para contrarrestar un duro diagnóstico.
En esta “nueva” etapa hay palabras prohibidas: motosierra, recorte y segundo tiempo son algunas de ellas. Se reemplazan por reestructuración, gestión, servicios, continuidad y equipo. De hecho, Daniel Passerini llegó al Palacio 6 de Julio con “el equipo del gobernador”, pero necesita que las áreas respondan incondicionalmente a su liderazgo. Ese fue uno de los temas que el mandatario charló con sus más íntimos.
El domingo pasado comenzaron los rumores y todo se materializó el lunes. La notificación con la invitación sonó en los celulares de los dirigentes: “El lunes a las 13 reunión de gabinete en la Municipalidad. Deben ir todos”. Cuando firmaban “el presente”, algunos hasta se sorprendían por el reencuentro. Pero todos desconocían lo que se venía: más de 100 ya no volverán a sus puestos.
“Esto no comienza el lunes, ese día es el inicio de una reestructuración. Son funcionarios que ya no estarán y secretarías y direcciones que se fusionan”, remarcó una fuente muy cercana al intendente. El municipio contaba con 14 secretarías, decenas de subsecretarías y una infinidad de direcciones. Ese organigrama quedó en el pasado.
Desde el primer día “laborable” luego de los feriados y el “tratamiento” recomendado por el doctor Passerini, se ponen en marcha los recortes. Ya no estarán las secretarías de Seguridad y de Ambiente. La primera, se fusionará con Gobierno y Fiscalización. La segunda, a cargo de Jorge Folloni, es todo un problema: “la ciudad parece abandonada”, es una de las frases que figuran en los trabajos/encuestas que encargan desde la Municipalidad y que se busca revertir desde el día uno. También sufrieron igual destino Ciudad Inteligente y Transformación Digital y Comunicación y Cultura.
Desde Passerini para abajo, todos se encargan de remarcar que no se trata de una cuestión de “casta o un mega Estado: lo que la gente reclama es que pase el colectivo y que levanten la basura en su barrio”, describe una ¿ex? funcionaria que suele recorrer mucho las seccionales novena y décima. Pese al reclamo de los empleados municipales, sobre una sobrepoblación de políticos, lo que vale es cómo se ve la ciudad. Algo que contrasta con los últimos meses de la gestión de Llaryora, donde lo habitual era pisar pintura fresca en los cordones de las veredas.
“Eran otros tiempos y disponíamos de otros fondos”, aclara un funcionario que chequea incansablemente el home banking de las cuentas municipales para ver si se acredita algún recurso nacional sorpresivo. Nada de eso pasa, sólo se posan en el escritorio nuevas cuentas a pagar.
Según los libros del secretario de Administración Pública, Sergio Lorenzetti, se “fueron” $ 250.000 millones de pesos en Ambiente y otros $ 210 mil millones en subsidios al transporte y pago de la deuda externa en dólares que dejó Ramón Mestre. “Tener el municipio activo es estas condiciones es gestión, no es mala gestión como dicen algunos opositores”, aclara una de las pocas espadas que responden a Passerini.
“Es peronista y debería usar el ejemplo de los K, por más que lo odien”, se atreve a sumar un dirigente político que sostiene que otro intendente hubiera empapelado la ciudad y los medios tras el pago de la deuda en dólares que mantiene la Municipalidad. Inclusive, dejó el eslogan de regalo: “Somos libres, no libertarios. Los peronistas pagamos las deudas de los radicales”, escribe en una servilleta en pleno bar céntrico.
Ambiente, el gran problema
Durante el viernes y el sábado, el intendente capitalino participó de un encuentro de intendentes en Tucumán. Allí se quejaron de los constantes recortes de la administración nacional a los municipios del interior. “Titulen con lo que quieran, pero lo más importante que pasará serán los cambios en Ambiente, y esto comprende el COyS y el BioCórdoba”, señaló un alto funcionario mientras esquivaba a algunos cronistas de televisión que hacían guardia en la puerta de su despacho.
Se reconfigurará todo lo vinculado a la recolección de residuos y el reciclado. En los últimos meses se desplomó el precio del kilo de cartón. Ya no sirve ni para changa lo que se puede recolectar, sostienen los cartoneros. También hay que aprender a revalorizar lo que se hace: “redujimos de 300 a sólo 92 los basurales a cielo abierto, antes no teníamos ninguna estructura. Hoy la tenemos, pero el vecino no la valora”, señalan.
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Córdoba no dejará de lado la aspiración de sostener el déficit cero, “cuesto lo que cueste”, pero sobre todo para que los “los recursos vayan a los servicios y no a otros destinos”. “Despierta Córdoba” se podría denominar esta nueva etapa que se inicia. Los planes para concretar en los próximos meses son iniciar un proceso para pavimentar más 800 cuadras y concretar 3000 conexiones de cloacas en Villa El Libertador, entre otras acciones, todo con fondos de la Municipalidad. “Hay vecinos que nos demandan más atención hospitalaria y muchas cuestiones sociales insatisfechas y el primer mostrador somos nosotros”, apuntan.
Passerini está incómodo. Entiende que si le va mal le impacta no sólo a su administración sino también al gobierno provinciales y por ende a las aspiraciones de Martín Llaryora. Quienes estuvieron en el momento en el que aceptaba las renuncias, algunos de los cuales llegaron con el hoy gobernador al 6 de Julio, afirman que expresó: “el intendente soy yo”. Sin embargo, se insistirá con el juego en equipo. Es tiempo de generar una nueva receta para la Capital. Esta vez, el hincha de San Lorenzo se desmarcó buscando su jugada. Habrá que esperar que los cambios den resultados.