El debate sobre el regreso a la presencialidad está centrado en encontrar un equilibrio entre las necesidades de los colaboradores y los objetivos de las organizaciones. En un momento en el que muchas empresas están retornando a la presencialidad full o con esquemas 4x1 o 3x2 cabe destacar que el modelo híbrido permite aprovechar lo mejor de ambos mundos, combinando la flexibilidad del trabajo remoto con los beneficios de la interacción presencial.
No sólo mejora la calidad de vida de los equipos, sino que también potencia la productividad y la innovación en el ambiente laboral. Así, los colaboradores gestionan su tiempo y espacio de manera más efectiva. Sin embargo, es crucial entender que las empresas, como lugar físico, siguen siendo fundamentales para fomentar la colaboración y la co-creación.
“No haber aprendido nada de la pandemia y exigir 100% presencialidad es un error”
El trabajo híbrido no es solo una tendencia, sino una respuesta a las expectativas cambiantes de los trabajadores. Según un estudio, el 78% de los colaboradores en Argentina prefieren este modelo por la flexibilidad que ofrece, ¿qué implica esta flexibilidad? Una mayor autonomía, lo que, a su vez, se ha demostrado que incrementa la satisfacción laboral. En nuestra compañía hemos observado un aumento significativo en la creatividad y el compromiso de los equipos que operan bajo esta modalidad.
Con la iniciativa “Accenture Flexible”, implementada hace más de 15 años, hemos sido pioneros y se ha convertido en un pilar estratégico para nosotros. Este programa proporcionó alternativas de trabajo, incluyendo la opción de trabajar desde casa, permitiendo a los equipos adaptarse rápidamente a los cambios provocados por la pandemia. Gracias a esto, ya contábamos con la preparación tecnológica y la gestión para operar al 100% desde el hogar. Con el tiempo, nos dimos cuenta de que el modelo híbrido es la mejor alternativa, ya que combina la cercanía con los clientes y fomenta la confianza dentro de los equipos.
Otro de nuestros programas es “Accenture Federal”, que permite que talentos de toda Argentina trabajen desde sus hogares para un mercado global. Esta flexibilidad no solo promueve la inclusión y la diversidad, sino que también posibilitar que los colaboradores operen en entornos que optimizan su bienestar. Además, la colaboración virtual se convierte en un pilar fundamental, asegurando que, sin importar la distancia, los equipos puedan interactuar de manera efectiva. En un mundo laboral que demanda adaptabilidad, iniciativas como esta no solo benefician a los trabajadores, sino que también posicionan a las empresas a la vanguardia de la competitividad en el mercado y por eso nos eligen.
El enfoque, que combina flexibilidad con un esquema de presencialidad, también facilita la cercanía con los clientes, que en muchos casos nos requieren físicamente en la oficina para intercambiar ideas, resolver problemas juntos y crear un sentido de comunidad. Y en muchos casos, ya no se habla de “oficinas”, sino de espacios para el intercambio, el aprendizaje y la innovación.
El espacio de trabajo debe ser diseñado para ser un catalizador de la co-creación. Esto implica no solo proporcionar un lugar donde los colaboradores puedan reunirse, sino también crear un ambiente que estimule la comunicación abierta. Las oficinas deben ser espacios dinámicos.
Adiós al Homeoffice: La presencialidad comienza a imponerse en América Latina
De acuerdo con un informe de Bonda, el 77,9% de las empresas en Argentina ya implementa esquemas de trabajo híbrido. Esta tendencia se refleja en una mayor satisfacción laboral y una disminución en la rotación de personal. Sin embargo, también es esencial que las organizaciones reconozcan que la cultura empresarial debe adaptarse a este nuevo modelo. La falta de instancias presenciales puede dificultar la transmisión de valores corporativos y la integración de equipos, lo que resalta la importancia de las estrategias de team building y encuentros regulares.
A pesar de los desafíos que presenta el trabajo híbrido, como la afectación a la cultura organizacional y la complejidad en la integración de equipos, es posible implementar estrategias que mitiguen estos efectos. Una de ellas es invertir en capacitación para líderes y colaboradores, promoviendo habilidades que faciliten la comunicación y la conexión, independientemente de dónde se encuentren.
El futuro del trabajo híbrido no está exento de desafíos, pero también está lleno de oportunidades. Todos debemos comprometernos a liderar este cambio, creando un entorno que no solo responda a las necesidades de nuestros colaboradores, sino que también impulse la innovación y el éxito empresarial.
El trabajo híbrido es un modelo que ha llegado para quedarse. Las empresas que logren adaptarse a esta nueva realidad y que entiendan la importancia del espacio físico como un lugar para la colaboración y la co-creación serán las que prosperen en el futuro. La flexibilidad y la conexión son dos caras de la misma moneda, y es nuestra responsabilidad como líderes cultivarlas en nuestros entornos laborales.
* directora de Recursos Humanos de Accenture Argentina
