El celular, la computadora, el televisor y hasta algunos electrodomésticos, así nuestra vida cotidiana se entrelaza con el mundo digital. Pero esta relativa comodidad también tiene otra cara que trae consigo una nueva responsabilidad: cuidar nuestros datos personales.
La privacidad ya no es solo un tema técnico o legal, sino una cuestión de salud digital. Cada vez que aceptamos los términos y condiciones de una app, subimos una foto a redes o dejamos nuestro mail en un sitio web, estamos entregando información valiosa. Y aunque muchas veces no lo notamos, esa información puede ser utilizada con fines que no imaginamos.
¿Qué son los datos personales?
No sólo son los nombres, el DNI o el número de teléfono. También incluyen la ubicación, los gustos, los hábitos de consumo, los contactos y hasta los movimientos financieros. Toda esa información conforma nuestra “huella digital”, una especie de identidad paralela que muchas empresas utilizan para ofrecer productos, pero que también puede ser blanco de ciberdelitos.
Cómo proteger tus datos en simples pasos
Cuidar la privacidad no tiene por qué ser complicado. Estos son algunos hábitos simples que podés incorporar en tu día a día:
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Usá contraseñas seguras: combiná letras, números y símbolos, y evitá usar la misma clave en diferentes plataformas. Activar la verificación en dos pasos es un plus.
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No compartas información sensible en redes: evitá publicar datos como tu dirección, número de documento o detalles bancarios.
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Prestá atención a los permisos de las apps: muchas veces pedimos acceso a la cámara, micrófono o ubicación sin revisar para qué lo necesitan realmente.
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Actualizá tus dispositivos: tener el software al día es clave para mantener protegidos tus datos frente a nuevas amenazas.
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Sospechá de los mensajes extraños: los correos o links que parecen urgentes o demasiado buenos para ser reales suelen ser intentos de phishing.
Más allá de la tecnología: una actitud consciente
Proteger los datos también implica tener una actitud crítica frente a lo que compartimos y consumimos. Es importante leer las políticas de privacidad, pensar antes de subir una imagen, dar clic en un anuncio y hablar del tema en familia o con amistades. La educación digital es clave para construir una cultura de privacidad.
En un contexto donde todo parece estar expuesto, cuidar lo que es nuestro, nuestra identidad, nuestra historia, nuestras elecciones, es un acto de autonomía y también, de prevención.
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