Corea del Norte reconoció oficialmente que envío tropas a Ucrania en apoyo a su aliado Rusia, una acción que había sido denunciada por Kiev anteriormente. En un hecho sin precedentes desde la guerra de Vietnam, soldados del régimen de Kim Jong-un combatieron junto a tropas rusas en la región de Kursk, como parte de la ofensiva para expulsar a las fuerzas ucranianas que ocupaban parcialmente esa zona.
La revelación provino de la Comisión Militar Central del Partido del Trabajo norcoreano, según la agencia estatal KCNA. "Heroicas proezas", fue la definición del régimen norcoreano. Se trata del primer reconocimiento público de la implicación directa de Pyongyang en la guerra de Ucrania, el conflicto que supuso el mayor despliegue de tropas terrestres en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

En octubre de 2024, Ucrania había denunciado la presencia de decenas de miles de soldados norcoreanos desplegados, mostrando la internacionalización del conflicto en el terreno. Aunque en ese momento ni Moscú ni Pyongyang reconocieron oficialmente esta intervención, las fuerzas ucranianas aseguraron haber infligido graves bajas a las tropas norcoreanas forzando su retirada temporal.
"Heroísmo": Corea del Norte reconoció el envío de tropas a Ucrania
Las autoridades norcoreanas calificaron la actuación de sus tropas como "heroicas proezas" en operaciones conjuntas con fuerzas rusas para "liberar completamente" el territorio ruso, invocando el tratado de asistencia militar mutua que ambos países firmaron en junio de 2024. Ocurrió en medio de la intensificación de los combates en Kursk, una región rusa al noreste de Ucrania, y los mortíferos ataques a Kiev, que se cobraron la vida de 70 civiles la semana pasada.
El presidente ruso, Vladimir Putin, agradeció personalmente al líder norcoreano, destacando que los combatientes enviados actuaron "por solidaridad, justicia y auténtica camaradería". El jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerásimov, también elogió el "heroísmo" de las unidades norcoreanas y su "ayuda significativa" en la reciente reconquista de Kursk.
La presencia de tropas norcoreanas ya había sido denunciada desde finales de 2024 por servicios de inteligencia ucranianos, surcoreanos y estadounidenses.
Se estimaba que al menos diez mil efectivos norcoreanos se encontraban en Rusia desde octubre, cifra que Kiev elevó recientemente a 14 mil, incluidos cerca de tres mil enviados como reemplazo tras sufrir "bajas masivas", lo que fue considerado un triunfo por el ejército liderado en última instancia por Volodímir Zelenski. Ucrania también reportó la captura de soldados norcoreanos, lo que constituiría una prueba tangible de su participación.
La justificación de Pyongyang
Para Pyongyang, esta intervención representó una "misión de justicia internacional" contra el "imperialismo occidental". El comunicado oficial norcoreano no mencionó la invasión rusa de Ucrania ni la violación de su soberanía territorial, y subrayó que todas las acciones de sus tropas ocurrieron "dentro de territorio ruso" y bajo el "espíritu de la Carta de las Naciones Unidas".

El gesto encendió alarmas en diversas capitales. La alianza militar entre Moscú y Pyongyang no solo implicó colaboración táctica en el campo de batalla, sino también una posible transferencia de tecnologías sensibles —incluidas capacidades nucleares— que podría alterar el frágil equilibrio en Asia-Pacífico, una región marcada por varios conflictos latentes, entre ellos el de las Coreas. Según Corea del Sur, la cooperación norcoreana también incluyó el suministro de armas, municiones y misiles balísticos.
Mientras tanto, el Kremlin anunció un alto el fuego humanitario entre el 8 y el 11 de mayo, coincidiendo con el 80 aniversario de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial. Moscú instó a Kiev a sumarse a la tregua, aunque advirtió que responderá con fuerza ante cualquier violación.
En tanto guerra en Ucrania, que cumplió tres años el pasado 22 de febrero, continúa sin una solución diplomática a la vista, a pesar de las presiones infligidas por el presidente estadounidense Donald Trump. El reciente encuentro entre Trump y Zelenski en el Vaticano fue calificado de "muy productivo" por Washington, aunque el expresidente estadounidense expresó dudas sobre la disposición real de su amigo, el presidente ruso Vladimir Putin, a poner fin al conflicto.
cd cp