El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, reconoció este miércoles 23 de abril que el fallecido Papa Francisco tuvo “algunos desacuerdos” con el Gobierno de Donald Trump, pero les restó importancia a esos cruces: “No voy a manchar el legado de este hombre hablando de política”, descartó.
El referente republicano señaló: “Soy consciente de que tuvo algunos desacuerdos con algunas políticas de nuestra administración. También coincidió mucho con algunas de ellas". Y agregó: “El Papa Francisco fue un gran pastor cristiano, un defensor de las personas marginadas, los pobres o las personas con enfermedades, lo que encarna la verdadera expresión del amor cristiano”.
Consultado por la reunión que tuvo el domingo 20 de abril con el fallecido pontífice, el vicepresidente se sinceró: “Obviamente cuando lo vi no sabía que le quedaban menos de 24 horas en la Tierra. Creo que fue una gran bendición”. El encuentro entre el referente republicano y el pontífice se realizó a las 11:30 en la residencia papal de Santa Marta. Al día siguiente, a las 7:35, el Santo Padre falleció. De esa forma, Vance se convirtió en la última autoridad internacional en ver con vida al referente católico.
Vance no anunció oficialmente, todavía, si asistirá al funeral del máximo referente de la iglesia católica. La única presencia confirmada del Gobierno norteamericano es la del presidente Trump, quien tampoco expresó críticas contra Francisco tras su muerte, sino que al contrario, escribió: "¡Descansa en paz, Papa Francisco! Que Dios lo bendiga, así como a todos los que lo amaron". El líder espiritual lo había criticado por sus políticas antimigrantes.

El conflicto de Estados Unidos con el Papa Francisco
"El punto focal de la oposición al Papa Francisco estuvo en Estados Unidos", le dijo a BBC Mundo David Gibson, director del Centro sobre Religión y Cultura de la Universidad Fordham, de Nueva York.
"No fueron solamente obispos y sacerdotes. También laicos, organizaciones como el Instituto Napa o el canal EWTN, una especie de red de derecha, de mucho dinero y grandes medios. Fueron los laicos los que financiaron y promovieron la oposición al Papa”, explicó.
Francisco conocía muy bien esa situación y así lo dejó reflejado en una entrevista que le hicieron: “En Estados Unidos la cosa no es fácil: hay una actitud reaccionaria muy fuerte, organizada”, relató el argentino.
Gibson detalló: "El liderazgo de la Iglesia en Estados Unidos todavía está dominado por obispos y sacerdotes descendientes de inmigrantes blancos europeos. Y son crecientemente conservadores. Para ellos, Francisco fue un verdadero shock. Ese liderazgo blanco europeo ha alcanzado el sueño americano. Fueron clase media, después clase media alta y luego adinerados”.
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