La grave situación de la población palestina en Gaza y la crisis humanitaria en esa franja costera hizo escalar la disputa que mantienen los principales líderes de Europa y el gobierno de Israel. En los últimos días, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se erigió como líder de la ofensiva diplomática europea contra el gobierno conservador del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Ayer, Macron pidió a sus pares del bloque “endurecer” la postura hacia Israel si no permite una mejora en las condiciones de los palestinos.
En una conferencia de prensa en Singapur, el mandatario francés afirmó que la Unión Europea deberá “aplicar” sus reglas contra Israel “si no hay una respuesta a la altura de la situación humanitaria” en el territorio palestino.
Macron planteó como posibles medidas el fin del acuerdo de asociación entre la Unión Europea e Israel, que sería un golpe muy fuerte para el país de Medio Oriente, o “aplicar sanciones”.
La ONU, parte de la comunidad internacional y organizaciones humanitarias denuncian la situación en el devastado territorio palestino, cuya población sufrió más de dos meses y medio de bloqueo israelí de toda ayuda internacional.
Esta semana se abrieron nuevos puestos de distribución de alimentos y medicamentos, pero no dan abasto ante la abrumadora demanda de la población palestina.
Presión diplomática. “Tenemos que endurecer nuestra posición porque hoy en día es una necesidad, pero todavía tengo la esperanza de que el gobierno de Israel cambiará la suya y tendremos por fin una respuesta humanitaria”, agregó.
En esa línea, el presidente de Francia remarcó que si las potencias occidentales “abandonan Gaza” y dejan que Israel haga lo que quiera, se arriesgan a “perder toda credibilidad ante el resto del mundo”.
“Por eso rechazamos el doble rasero”, subrayó el mandatario, insistiendo en que esto también se aplica al conflicto entre Rusia y Ucrania.
Estado palestino. Pero hay otro aspecto que encara Macron y que irrita severamente al gobierno israelí. Francia copresidirá el próximo mes junto a Arabia Saudita una conferencia de la ONU en Nueva York que busca favorecer la solución de “dos Estados”: Israel y una Palestina independiente y soberana, conviviendo pacíficamente.
Esto es rechazado de plano por el gobierno de Netanyahu, una alianza con partidos ortodoxos y de derecha. En Singapur, Macron dijo que reconocer al Estado palestino no es “solo un deber moral, sino una exigencia política”, pero también enumeró algunas condiciones para hacerlo.
Entre ellas destacan la “liberación de los rehenes” tomados por Hamas, la “desmilitarización” de este movimiento islamista y su “no participación” en el gobierno de un futuro Estado palestino o la “creación de una arquitectura de seguridad en toda la región”.
Macron dijo en abril que Francia podría reconocer un Estado palestino en junio. Países como España, Irlanda, Noruega, Eslovenia, Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México ya lo han hecho.
Dura reacción israelí. La respuesta de Israel fue contundente. Acusó a Macron de emprender una “cruzada contra el Estado judío”. “No hay ningún bloqueo humanitario. Eso es una mentira descarada”, afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel en un comunicado.
“Pero en lugar de presionar a los terroristas yihadistas (de Hamas), Macron quiere recompensarlos con un Estado palestino. Sin duda, su día nacional será el 7 de octubre”, señaló la Cancillería israelí en referencia al ataque de Hamas de 2023 que desencadenó la guerra en Gaza.
También el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, salió a cruzar al presidente francés, señalando que seguirán avanzando en Gaza y especialmente en Cisjordania, donde prometió construir “un Estado judío israelí”.
Lo dijo al día siguiente de que el gobierno de Israel anunciara la creación de 22 nuevos asentamientos en Cisjordania, considerados ilegales por el derecho internacional. La ONU lo viene denunciando regularmente.
“Esta es una respuesta decisiva a las organizaciones terroristas que tratan de dañar y debilitar nuestro control sobre esta tierra, y también es un mensaje claro a Macron y sus amigos”, afirmó Katz.
El ministro de Defensa agregó que Macron y Europa pueden “reconocer un Estado palestino sobre el papel”, pero que los israelíes “construiremos el Estado judío israelí aquí sobre el terreno”.
“El papel será arrojado a la papelera de la historia, y el Estado de Israel florecerá y prosperará”, apuntó durante una visita al asentamiento de Sa-Nur, en el norte de Cisjordania ocupada.
Asentamientos. Si bien las autoridades israelíes no dieron información precisa sobre las nuevas colonias judías, trascendió que estarían situados a lo largo y ancho de Cisjordania. Katz habló también de un “retorno histórico” a Sa-Nur y Homesh.
Sa-Nur fue evacuado en 2005, cuando el ejército israelí se retiró de la Franja de Gaza bajo el gobierno del entonces primer ministro Ariel Sharon.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que Israel debe cesar “todas las actividades de colonización” en este territorio.
