La jueza Julieta Makintach no continuará con su labor como profesora de Derecho Penal en la Universidad Austral. La institución académica resolvió interrumpir su actividad en la cátedra que integraba, sin fecha de reanudación.
La medida está relacionada con el escándalo que se generó en torno a su participación en un supuesto documental en el tribunal encargado de juzgar a los imputados por el fallecimiento de Diego Maradona.
Además de apartarla de sus funciones, la universidad comunicó que se le iniciará un sumario interno para evaluar su situación.
“La Facultad de Derecho de la Universidad Austral informa que, a partir de este lunes 26 de mayo, han quedado interrumpidas por tiempo indeterminado las tareas docentes de dedicación simple que venía desempeñando Julieta Makintach en nuestra institución”, señala el comunicado difundido por la casa de estudios.
El texto añade: “Conforme a nuestras normativas internas, se ha ordenado la instrucción de un sumario para analizar el caso. Adicionalmente, se ha dispuesto de manera cautelar la suspensión inmediata de sus funciones docentes".
Makintach dictaba clases tanto en la carrera de abogacía como en la Maestría de Derecho Penal. Sin embargo, quedó en el centro de la controversia luego de que se difundieran videos registrados antes y durante el juicio, con el supuesto objetivo de producir un documental sobre el proceso judicial por la muerte del exfutbolista.
En esos registros, se la observa hablar sobre su papel en el juicio, ingresar a la sala y responder consultas relacionadas al desarrollo del debate oral. Entre los imputados se encuentran el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov.
La magistrada es investigada por los fiscales Carolina Asperella, Cecilia Chaieb y José Amallo, del Departamento Judicial de San Isidro. La causa fue caratulada como averiguación de ilícito, aunque las pruebas podrían derivar en la imputación de varios delitos. También trascendió que Makintach no habría solicitado permiso para filmar en el tribunal junto a una productora antes del inicio del juicio.
Durante los allanamientos del jueves pasado, se hallaron materiales audiovisuales y se tomó testimonio al camarógrafo que participó de la grabación, quien indicó: “Iba a ser un documental sobre la jueza”. El proyecto sería titulado “la jueza de Dios”, según se comenta en los pasillos judiciales.
Al mismo tiempo, la Suprema Corte de Justicia bonaerense deberá decidir si la jueza continúa integrando el tribunal que juzga la muerte de Maradona. Fernando Burlando, abogado de las hijas del exfutbolista, anunció que este martes solicitará su recusación cuando se reanude el juicio oral.
“Lo que sucedió se aleja muchísimo de la probidad, el decoro y sobre todo la buena fe”, expresó el letrado.
Por su parte, Mario Baudry, representante de Verónica Ojeda y de Dieguito Fernando, opinó: “Es el escándalo judicial más grande que tuvo la provincia de Buenos Aires lejos”. También pidió a la Corte que envíe veedores al juicio.
Quién es Julieta Makintach
Makintach es jueza desde 2017 del Tribunal Oral en lo Criminal N°2 del Departamento Judicial de San Isidro. Fue convocada para integrar el tribunal del juicio por el fallecimiento de Maradona debido a una vacante.
Hija del juez Juan Makintach, acumula 27 años de trayectoria en San Isidro y fue designada en su actual cargo en agosto de 2016, tras haberse postulado en octubre de 2014.
Madre de dos hijos, se presenta en su perfil de LinkedIn como coach ontológica y hasta este lunes se desempeñaba como docente en la Universidad Austral. Durante el juicio, algunos colegas la señalaban como “la mejor jueza técnica de San Isidro”.
Los videos complican la situación de la jueza Julieta Makintach
Además de su tarea en el Poder Judicial, suele participar en congresos jurídicos en diferentes puntos del país. En 2023, por ejemplo, disertó en el ciclo “Mujeres en Derecho”, donde analizó técnicamente el caso de Lucio Dupuy, el niño asesinado en La Pampa.
Ese mismo año, participó del 25° aniversario del sistema acusatorio en la provincia de Buenos Aires. En esa ocasión compartió panel con Mariano Cúneo Libarona, quien luego asumió como ministro de Justicia de la Nación.
“No pongan en tela de juicio ni mi prestigio ni mi honestidad ni que soy incorruptible. Tengo 27 años de justicia, de verdad tengo una carrera intachable”, declaró la jueza a este medio la semana pasada, tras conocerse el escándalo. Cercanos a la magistrada afirmaron que ella considera que no incurrió en ningún delito
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