El analista político Julio Burdman se refirió al escenario de cara a las elecciones de medio término y sostuvo que hoy no está claro qué es el peronismo. “Hay mucho votante del peronismo, que está en manos de La Libertad Avanza”, dijo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Julio Burman es analista geopolítico. Dirige la consultora Isasi/Burdman, es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad de Buenos Aires, doctor en Sociología Política Comparada por la Universidad de París. Investiga los nuevos liderazgos y la geografía electoral, además de ser fundador del Observatorio Electoral Data y profesor titular de Geopolítica, tanto en la Universidad de Buenos Aires como en la Universidad Nacional de San Martín.
Ayer, usted habló del fenómeno que llamó “desconocimiento de dirigentes que antes eran conocidos”, o “nuevos desconocidos”: dirigentes que comienzan a ser olvidados. ¿Cómo es este proceso?
Yo creo que esto es un fenómeno vinculado al cambio político que estamos viviendo. Porque desde la irrupción de Milei, que no es solamente la figura de Milei como líder político, sino que es la de un partido político nuevo, o una corriente política nueva, que toma votantes de todos lados y cambia el sistema partidario, creo que Milei ocupa la centralidad política.
Y eso implica también que ocupa la conversación pública. Todo gira en torno a la figura de Milei, por lo menos en la política nacional. Los medios de comunicación y las redes hablan de Milei, a favor o en contra. Y eso hace que muchos dirigentes que hasta hace poquísimos años eran centrales en la política argentina, y de los que se hablaba todo el tiempo, dejen de estar.
Es como que Milei implica una suerte de jubilación, un pase a retiro de muchos dirigentes. Esto tal vez sea comparable a lo de Néstor Kirchner en 2003. Aparece alguien nuevo y todas las personas que estaban antes: Menem, Duhalde, Alfonsín, Ruckauf, Cavallo, pasan a un segundo plano, porque ya se habla de Kirchner, del kirchnerismo y de los nuevos antikirchneristas.
Creo entonces que lo que está pasando es eso: que hoy el podio de las figuras que son realmente conocidas por todo el país son cinco o seis. Digo, gente que todo el mundo conozca: Cristina, Macri, Milei, Patricia Bullrich, tal vez Sergio Massa, Kicillof… y no mucho más.
Pero muchas figuras que hasta hace poco gozaban de un conocimiento nacional muy alto, de a poco comienzan a ser olvidadas. Y además, los nuevos votantes ya no las conocen. No sé, digo: un Aníbal Fernández, una Elisa Carrió, María Eugenia Vidal… Figuras que eran muy centrales hace muy poco tiempo, y comienzan a serlo cada vez menos.
Y por eso, en las encuestas, cuando uno pregunta por la imagen de estas figuras políticas, empieza a aumentar el “no sabe”. Ese “no sabe” sería el indicador numérico de este fenómeno del desconocimiento de figuras políticas.
Venimos repitiendo desde ayer una frase que era “el peronismo chocó la calesita”: perdió en las cuatro provincias en las que hubo elecciones el domingo anterior. ¿Es correcta esa apreciación? ¿O es contradictoria con que a lo mejor el domingo próximo gana en la Ciudad de Buenos Aires, que hace 30 años no lo logra?
Bueno, es muy interesante lo de este neokirchnerismo de la ciudad. Porque lo de Santoro también puede ser comparable a lo de Monteverde en Santa Fe, que también hizo un buen desempeño sin salir primero, pero se apodera, es como la cara del PJ. Y Santoro, pasa lo mismo: ponen a un no peronista, lo cual es un reconocimiento de la crisis del peronismo.
Como lo que hizo el radicalismo tantas veces con Lavagna y con otros candidatos que venían de afuera, pero los ponían al frente. También podríamos poner a Kicillof en ese fenómeno del neokirchnerismo, con figuras que no son genéticamente peronistas. Así que, bueno, si gana Santoro en estas condiciones, yo no sé si es la victoria del peronismo o de este nuevo fenómeno.
Pero también diría que lo que pasó el domingo... sí, por un lado, el PJ oficial, el PJ que preside Cristina, tuvo malos resultados. Pero bueno, en Chaco no le fue tan mal al frente de Capitanich. Y en Salta tampoco le fue tan mal a la expresión neoperonista provincial del gobernador Sáenz, pese a que tampoco le fue como cuando fue elegido gobernador. Sumando todas las listas sacó 30% de los votos, en una suma que es medio controversial.
Por lo tanto, no hay que dar por muerto al peronismo…
No, pero lo que no sabemos es qué es el peronismo. Si son los neoperonismos provinciales de Sáenz o es el neokirchnerismo urbano de Monteverde y Santoro. Está claramente en transformación.
Se podría agregar e esa lista de Monteverde, Santoro, también a Kicillof…
Bueno, Kicillof ya tuvo más experiencia como funcionario de Cristina. Y aparte, Kicillof ahora adopta el peronismo en su discurso. Pese a que muchos dicen que no le sale muy bien. Pero en cambio, Santoro o Monteverde no dicen que no son peronistas: no dicen nada en idioma peronista, quiero decir.
Me parece que ahí la vieja confluencia de dos sectores que conforman al peronismo. Por un lado, el conservador popular, que normalmente se daba en las provincias más pobres, donde el trabajo público era más fundamental para la economía del lugar. Y luego, el peronismo progresista urbano, que era más característico de Buenos Aires y Rosario, que podemos asimilar también a esa característica urbana.
Mi pregunta es: si mañana hubiera un gobierno peronista electo en 2027, ¿el gobernador de San Juan o el de Misiones no se alinearían con ese presidente peronista?
Tal vez sí. Una buena pregunta sería cómo se unen nuevamente esos progresismos urbanos con esos conservadurismos populares provinciales. Pero bueno, ya pasó más de una vez. O sea que no digamos que no pueda volver a suceder.
Pero también hay otro fenómeno, que es innegable y es que hay mucho votante, mucha sociología electoral del peronismo, que está en manos de La Libertad Avanza. Que es un partido que penetra justamente en los sectores populares, en términos económicos. Es impactante cómo en las encuestas, y en las elecciones también, en 2023, a La Libertad Avanza le iba mejor donde menor era el nivel socioeconómico del electorado.
El conservadurismo popular se lo va cooptando progresivamente La Libertad Avanza, y entonces emergen más figuras de lo que sería el peronismo progresista setentista, para decirlo de alguna manera, y no el clásico peronismo conservador. O sea, finalmente, la renovación que quiso hacer Cafiero y no logró.
Sí, y de hecho ese peronismo conservador que vos estás mencionando en las provincias, justamente tiene una relación ambigua con Milei. Jaldo, que representa ese perfil; Sáenz, que representa ese perfil, tienen su electorado medio partido. Como que lideran fuerzas provinciales que tienen votantes cristinistas y mileístas.
El caso de Insfrán lo sacaría de ahí, porque es un bicho medio raro. No es exactamente un conservador popular, aunque sea un líder fuerte. Pero la pregunta de estos conservadores populares provinciales es cómo van a posicionarse en octubre, cuando ahí yo creo que no hay tanto margen para ser ambiguo.
Claudio Mardones (CM): Corre un tiempo ya, una cuenta regresiva de una elección porteña muy nacionalizada. Pero nos preguntábamos hace un ratito qué puede llegar a pasar en la provincia de Buenos Aires.
Juegan dos hipótesis en el oficialismo. Una, que si finalmente hay segundos lugares para La Libertad Avanza y el PRO, detrás de Santoro en la Ciudad de Buenos Aires, ese segundo lugar los obligaría a cerrar un acuerdo en la provincia de Buenos Aires, siempre bajo el paraguas de hacer “antikirchnerismo” contra Axel Kicillof.
Otros creen que la otra alternativa es que, si finalmente La Libertad Avanza se impone sobre el PRO, también los podría condicionar. ¿Vos ves que esas alternativas son posibles en provincia a partir del lunes?
Sí, creo que el escenario que planteás es un poco los términos de la discusión. Creo también que una particularidad de la provincia es que ahí la aspiradora violeta va a funcionar mejor. Porque ahí hay muchos dirigentes que están hoy en el lado PRO que están prácticamente alineados, ideológicamente por lo menos, con La Libertad Avanza.
En la ciudad subsiste todavía un macrismo identitario. Pero en la provincia, ya casi no. Y en la provincia el PRO, además tiene el problema, que todavía no resolvió, de que sus dos principales dirigentes, Jorge Macri y María Eugenia Vidal, se mudaron a la Capital.
Por lo tanto, hoy tiene pocos dirigentes para enfrentar una diáspora de los Santilli, los Ritondo, y otros tantos que se pasarían.
CM: Bueno, Santilli y Ritondo creen que ha llegado el momento de que sean ellos directamente los intérpretes del PRO con Libertad Avanza. Pero también los candidatos. ¿Los ves con ese nivel?
Y… en la provincia hay muchas candidaturas. Y aparte, un favor que les hace Cristina y otros actores del peronismo es que están rejerarquizando las legislaturas provinciales. Por lo tanto, enfrentar a Cristina en una elección de la legislatura provincial hoy se convirtió en algo honorable. No creo que estos dirigentes que estás mencionando vean hoy como un demérito tener que ser candidatos a legisladores de un frente Libertad Avanza–PRO.
CM: ¿Cómo estás viendo a este Mauricio Macri en modo campaña? Un expresidente que aparece, a veces, incluso medio dormido en las entrevistas de la mañana. Que a veces desautoriza a Silvia Lospennato. ¿Cómo lo podrías caracterizar a este Macri? Un Macri que juega como garante en su terruño originario, defendiendo una lista, pero con éxito dispar.
Bueno, lo que él hace es lo que tiene que hacer. Porque en la Ciudad de Buenos Aires hay un macrismo duro, podemos decir que son 20 puntos que yo creo que van a votar a quien Macri diga que hay que votar. Y creo que Macri está saliendo a la conversación con diferentes estrategias, algunas más directas, otras más indirectas. Pero lo que quiere Macri es que hablemos de él en el marco de la votación. Y creo que está bien. Lo que tiene que hacer es pegar a Lospennato a el.
MC: ¿Eso lo prefigura a él como candidato? Porque parece que en este juego tan municipal, de dimensión nacional, están jugando figuras que todavía no han definido si van a ser candidatos o candidatas el 26 de octubre. ¿Vos creés que Macri podría ser candidato después de este movimiento de gran elector para jugar el 26 de octubre?
No lo sé. Porque aparte, creo que después del 18 de mayo arranca una nueva charla. Y no creo que Macri tenga muchas ganas de ser candidato, y menos en un momento en el que el PRO está justamente en retroceso como fuerza política. Pero bueno, por lo menos está haciendo valer su influencia.
MC/ff