OPINIóN
Rostro

Skinimalismo: menos es más

“El uso excesivo de productos para el cuidado de la piel puede alterar la barrera cutánea, irritar la piel y desencadenar cuadros que luego cuesta revertir”, dice la autora. Son tres los pasos esenciales.

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La rutina de limpieza del rostro es importante a cualquier edad, aunque seas muy joven. | Luna teen

A muchos pacientes se les indica rutinas interminables de productos que muchas veces no solo no mejoraban su piel, sino que la empeoraban. En muchos casos, son personas informadas, curiosas, pero atrapadas en una lógica de acumulación y uso excesivo de cosméticos, como si la salud y la estética de la piel dependieran de la cantidad de productos aplicados.

En los casos más extremos, esta conducta puede derivar en lo que hoy se conoce como cosmeticorexia. Lo que no se suele decir es que el uso excesivo de productos —sobre todo sin guía profesional— puede alterar la barrera cutánea, irritar la piel y desencadenar cuadros que luego cuesta revertir.

En lugar de una piel más saludable, se termina con una piel reactiva, cansada y saturada. Y es ahí donde surge una respuesta natural, el skinimalismo. Esta filosofía -que combina “skin” (piel) y “minimalismo”-propone simplificar, volver a lo esencial, entender que no se trata de cantidad, sino de calidad.

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La rutina ideal no tiene por qué ser extensa, sino adecuada. En general, tres pasos bien hechos: limpieza, hidratación y fotoprotección. Estos tres pilares del skinimalismo son más que suficientes para mantener la salud de la piel en la mayoría de los casos. Claro que hay situaciones particulares que pueden requerir activos específicos (como el retinol, los ácidos exfoliantes o la vitamina C), pero siempre deben ser indicados por un dermatólogo.

Limpieza: Se recomienda utilizar un limpiador suave, libre de fragancias y agentes agresivos. Limpiar la piel una o dos veces al día resulta suficiente para eliminar las impurezas sin afectar la barrera natural. Si la piel se siente tirante después de la limpieza, es probable que el producto utilizado sea demasiado fuerte.

La piel no está aislada del resto del cuerpo: el estrés, la mala alimentación, la falta de descanso y el sedentarismo afectan directamente su apariencia y salud"

Hidratación: No es necesario utilizar múltiples productos; un buen hidratante es suficiente. Se sugiere elegir fórmulas que se adapten al tipo de piel y que aporten nutrición sin sobrecargarla. Lo más importante no es la cantidad de productos aplicados, sino la constancia en su uso.

Fotoprotección: El protector solar es el paso más importante en cualquier rutina de cuidado de la piel. Debe aplicarse todo el año, incluso en días nublados. Si se permanece al aire libre, es aconsejable reaplicarlo cada 2 o 3 horas.

¿Y la exfoliación? En los últimos años, muchos pacientes llegaron al consultorio con la piel sensibilizada por el uso excesivo de scrubs o exfoliantes físicos. Aunque parezca una solución rápida para "limpiar" o renovar la piel, esta práctica suele ser agresiva y contraproducente. La piel lo interpreta como una agresión, se inflama, y con el tiempo puede volverse más opaca o presentar brotes. En lugar de insistir con productos astringentes o de arrastre, lo más recomendable es consultar con un dermatólogo, que podrá indicar alternativas más efectivas y menos invasivas según cada caso. No todo lo que da una sensación inmediata de limpieza es realmente saludable para la piel.

Se debe evitar regalar productos cosméticos como si fueran objetos decorativos"

La piel no está aislada del resto del cuerpo: el estrés, la mala alimentación, la falta de descanso y el sedentarismo afectan directamente su apariencia y salud. El bienestar integral es un componente fundamental en el cuidado de la piel. La piel es un órgano vivo y dinámico que se relaciona directamente con la alimentación, las emociones, el descanso y el estilo de vida. Comprender estos vínculos permite abordar su cuidado de manera más completa y efectiva.

Y un punto más, no menor: evitar regalar productos cosméticos como si fueran objetos decorativos. Regalar cremas “porque a alguien le hizo bien” es como ofrecer un zapato talle 40 a quien calza 36, solo porque resultó cómodo para otra persona. La piel no se trata con generalidades. Estas prácticas favorecen la acumulación innecesaria de productos, la automedicación cosmética y, muchas veces, más daño que beneficio. La mejor manera de cuidar la piel es con información y asesoramiento personalizado.

El skinimalismo no es solo una tendencia; es una invitación a repensar nuestra relación con la piel, a promover la educación sobre su cuidado como órgano vital. Porque la estética no puede –ni debe– separarse de la salud.

*(M.N° 116.628). Médica dermatóloga especialista en cáncer de piel y cirugía micrográfica de Mohs. Fundadora del Centro Médico de la Piel

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