Uno de los datos más significativos de la elección de mañana en la Ciudad será el regreso, al igual que en 2023, de la boleta única electrónica, un sistema que permite eliminar el papel y promete dar resultados afianzados a las 19.30.
El Gobierno porteño, a través del IGE (el Instituto de Gestión Electoral), le otorgó la implementación del sistema, por 22 millones de dólares, a la empresa MSA, que viene organizando comicios en Estados Unidos, Europa y hasta en África. Pero con una diferencia sustancial: esta vez, la logística no estará en manos del Correo Argentino, lo que implicó un 20% más de costos en 2023 y diversas irregularidades e incumplimientos.
En este sentido, el IGE, cuyo titular Adrián González fue director del Correo Argentino cuando Mauricio Macri era presidente, decidió que sea la misma empresa MSA la que subcontrate la logística. Así, Andreani será la firma que se ocupará de la logística para estos comicios porteños.
En rigor, se trata de una suerte de impresora de boletas: el votante lleva su boleta en blanco con troqueles, la máquina le imprime la elección del candidato y “quema” un chip con esa selección que puede ser leído por la misma máquina. Luego esa boleta va a la urna.
Según datos oficiales de fuentes porteñas, para estas elecciones habrá a disposición unas 14.100 máquinas, entre las mesas electorales, las que se usan para capacitación y las de back up ante eventualidades o errores del sistema.
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Acorde con lo que informaron a PERFIL desde el IGE, habrá 1.125 lugares de votación (escuelas, clubes de barrio) + once cárceles para un total de 8.825 mesas habilitadas.
El sistema cuenta con experiencia a nivel nacional desde hace más de quince años ya. Además de las elecciones porteñas a jefe de Gobierno, la última de 2023, por caso se utilizó en Salta hace apenas una semana.
Ese día, además de los salteños, fueron a las urnas por comicios locales en Jujuy, Chaco y San Luis. Según datos oficiales, los primeros números aparecieron a las 18.30, media hora después de cerrada la votación, cuando ya se había superado el 10% de las mesas procesadas. Diez minutos después, ese número subió al 25% y, para las 18.45, el 50% de las mesas estaban procesadas con datos online. Para las 19.10, los salteños ya tenían los resultados de más del 90% de las mesas, mientras que en el resto de las provincias no había un solo número oficial.
En 2023 hubo cuestionamientos de la jueza federal con competencia electoral, María Romilda Servini de Cubría. Sin embargo, la Auditoría General de la Ciudad detectó que menos del 2% de las máquinas tuvieron fallas: 251 de 14.306 máquinas presentaron inconvenientes, 166 se repararon en el momento y 85 fueron reemplazadas.
Ahora Servini de Cubría solo tiene a su cargo el padrón nacional –por el cual impidió que Silvia Lospennato y Hernán Lombardi voten en Capital Federal, aunque hace años viven en Villa Urquiza y Belgrano, respectivamente– y la designación de autoridades de mesa, más su capacitación. Pero la implementación de la boleta electrónica está en manos de la IGE y de la Justicia electoral porteña, a cargo de Roberto Requejo, un empleado de Daniel “el Tano” Angelici.