La vicepresidenta, Victoria Villarruel, deberá definir con quién quiere tener un nuevo conflicto en el Senado: de un lado, hay un bloque de cinco legisladores aliados a La Libertad Avanza que le solicitan una sesión para tratar una serie de temas que no responden ni a los intereses del Ejecutivo ni al interbloque peronista, mayoría en dicha cámara. Del otro, el Gobierno teme que UxP aproveche ese espacio para colar temas sensibles como los aumentos a los jubilados y la emergencia en Discapacidad, que ya tienen media sanción en Diputados, por lo que pretende dormir el recinto y los proyectos incómodos en comisiones hasta que llegue el momento de tratar sus proyectos económicos.
Ya son varios los senadores que expresaron a PERFIL su disconformidad con el funcionamiento de la Cámara Alta. Algunos señalan al gobierno por su actitud de "blindar" el Congreso y evitar cualquier tratamiento de temas que incomoden a la administración libertaria, mientras que otros apuntan a la falta de iniciativa de sectores opositores (con una gran mayoría de UP) para terminar de conformar algunas comisiones, lo que también impide el normal funcionamiento. El punto en ambos casos tiene como factor común a una evidente "inacción" que arrastra también a Villarruel.
En ese marco, el bloque Provincias Unidas, encabezados por el correntino Carlos “Camau” Espínola, le solicitó formalmente el pasado 17 de junio una sesión a la titular del Senado para tratar proyectos que ya cuentan con dictamen como la modificación del Código Penal de la Nación sobre falsas denuncias; el Sistema de Alerta Rápida Sofía; una modificación de la Ley de Trasplante de Órganos; la Ley de Parto Humanizado; cambios en la ley de Manejo del Fuego; Historia Clínica Ambiental; una modificación del Régimen Legal para el Desarmado de automotores y venta de sus autopartes; el proyecto para incorporar la atrofia muscular espinal al Régimen de Detección Temprana de Patologías, y la ley Nicolás sobre calidad y seguridad de la atención sanitaria.
El pedido se lo hicieron las senadoras Edith Terenzi y Lucila Crexell, y el radical Pablo Daniel Blanco. En dichos anexos figura un total de 39 proyectos: 17 son proyectos de ley y 22 de declaración. Y si bien se trata de uno de los bloques dialoguistas con el gobierno, en este caso le exigen una respuesta a la máxima autoridad del Senado que, en paralelo, el jueves pasado confirmó que este 26 de junio el jefe de gabinete de ministros, Guillermo Francos, presentará un informe de gestión y responderá las preguntas que le enviaron al Ejecutivo.
De aceptar el pedido de sesión para este miércoles 25 de junio, no sólo habría dos sesiones en la misma semana en el Senado, sino que se dispararía un nuevo debate sobre si el peronismo logra juntar dos tercios de los presentes para tratar sobre tablas (ante la inacción de las comisiones y la imposibilidad de emplazar cuestiones en el Senado) los proyectos con media sanción para aumentar los haberes jubilatorios. En el bloque que conducen Mayans y Di Tullio apuraron por pedido de Cristina Kirchner estos temas, pero aún no lograron definirlos. El peligro es intentar llevar ese tema sin estar seguros de su aprobación y que si es rechazado luego pierda estado parlamentario.
Lo cierto es que Villarruel no respondió por ahora al pedido de esta sesión, y, a lo largo del año, sólo registraron tres sesiones ordinarias: una de ellas fue el homenaje al papa Francisco por su fallecimiento. Las otras dos constituyeron dos derrotas para el oficialismo: el rechazo a los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, y el tratamiento del proyecto de ley de Ficha Limpia.
Ese es el marco en el que se encuentra la presidenta del Senado, que mientras le sube los salarios a los empleados legislativos de categorías más bajas -escudándose en ascensos- se encuentra con la discusión de las dietas de los senadores que hoy en bruto representan 9 millones y medio de pesos. Para evitar quedar pegada a esas cifras, pidió a cada senador que le aclare si aceptaba recibir el último aumento del 3,9%.
Asimismo, la vice rompió relaciones con sus asesores en el último mes y los reemplazó por un ex militar y un ex asesor de LLA.
Informe de gestión de Guillermo Francos
El jueves a las 11, el jefe de Gabinete comparecerá por primera vez en el Senado en 2025. Su visita ocurre en medio de cuestionamientos de U por la Patria por la detención de Cristina Kirchner.
El funcionario deberá responder 926 preguntas enviadas por senadores nacionales. De ese total, 388 fueron dirigidas al Ministerio de Economía que encabeza Luis Caputo; 121 al de Capital Humano; 87 al de Salud; 61 al de Seguridad; 46 al de Justicia; 37 al de Defensa; 26 a Relaciones Exteriores; 21 al Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado; y otras 14 al Banco Central. Además, 45 preguntas fueron dirigidas directamente a la Jefatura de Gabinete, 53 a la Vicejefatura de Interior y 16 a la Vicejefatura Ejecutiva, a cargo de José Rolandi. También se enviaron 11 preguntas para Presidencia de la Nación.
JD / EM
