A través de colocación de bonos y flexibilización de reglas para capital extranjero, el gobierno apuesta a engrosar reservas y ganar tiempo hasta la llegada de inversiones productivas.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el economista, Eduardo Coria Lahoz, quien comentó que, “el gobierno está cubriendo un bache de corto plazo”, al analizar la reciente colocación de bonos y acuerdos de financiamiento externo.
Según el economista, esta estrategia busca recomponer las reservas del Banco Central sin afectar el precio del dólar, acudiendo a inversores extranjeros en lugar del mercado interno.
“Lo que hicieron fue colocar bonos, obtener dólares, y esos dólares el Tesoro se los pasa al Banco Central”, detalló. La estrategia también incluye acuerdos como el repo, un crédito garantizado por bonos nacionales, que permitió sumar más de 3.000 millones de dólares en reservas en una semana.
Endeudamiento en aumento: ¿hasta cuándo?
Aunque reconoce la eficacia de la maniobra para aliviar tensiones financieras, Coria Lahoz advirtió sobre su temporalidad. “Esto solo tiene una lógica si se interpreta como una estrategia de corto plazo”, remarcó. El plan es sostener las cuentas públicas hasta que lleguen las inversiones productivas, particularmente en sectores como minería y energía.
“Son procesos que, con suerte, se activarán en 2026”, señaló, y advirtió que el gobierno debe cubrir vencimientos cercanos por 4.500 millones de dólares en julio, sumando otros tantos hacia fin de año. De concretarse, la emisión de deuda mensual por 1.000 millones hasta diciembre generaría ingresos por 10.000 millones, la mitad de los cuales se utilizarían solo para pagar compromisos inmediatos.
Vaca Muerta, cobre y petróleo: las esperanzas de fondo
Coria Lahoz destacó que los sectores estratégicos como Vaca Muerta podrían beneficiarse por el contexto internacional. “El aumento del precio del petróleo es una buena noticia para acelerar inversiones”, indicó. Sin embargo, recordó que los desembolsos reales de capital aún están lejos de concretarse.
“Tenemos una economía con enorme potencial, pero hoy no está generando los recursos necesarios”, sentenció. El gobierno espera que el crecimiento de estos sectores permita dejar atrás la dependencia del endeudamiento.
Capitales golondrina y la amenaza de volatilidad
Uno de los riesgos más importantes es la nueva política de eliminación de plazos para la permanencia de capital extranjero. “Estos capitales ingresan cuando todo anda bien, pero ante cualquier señal negativa salen volando”, advirtió.
Este tipo de fondos, conocidos como “golondrina”, generan fuertes altibajos en el mercado. “Lo ideal sería que los dólares ingresen por inversiones reales, porque esas no se pueden desarmar de un día para el otro”, explicó. La liberalización total de entrada y salida de capitales busca incentivar el ingreso de fondos, pero también incrementa la inestabilidad financiera.
Elecciones 2025: el factor político como variable clave
Para Coria Lahoz, la confianza de los inversores está atada al resultado electoral. “Si al gobierno le va mal en octubre, esos capitales desaparecen y te generan un bache financiero que desequilibra toda la economía”, sostuvo.
Recordó que algo similar ocurrió en 2018 durante el gobierno de Mauricio Macri, cuando la pérdida de confianza derivó en una salida masiva de capitales y el regreso al FMI. En ese sentido, subrayó que “lamentablemente estamos en un equilibrio muy inestable”, donde la economía parece caminar por una delgada línea entre recuperación y crisis.
Riesgo país: una baja frágil
Aunque la estrategia actual puede reducir el riesgo país al subir la demanda de bonos argentinos, “si aparece algún cisne negro, el riesgo país se dispara a 800 o 1000 puntos de un día para el otro”, advirtió.
“Se están haciendo las cosas bien, pero todavía estamos flojos de papeles”, remarcó, y concluyó que la fragilidad estructural de la economía argentina sigue pesando, a pesar de la mejora en expectativas de corto plazo.