El Banco Central de la República Argentina (BCRA) dispuso una nueva normativa que endurece las condiciones para que las empresas puedan acceder a dólares mediante la emisión de obligaciones negociables (ON). Así lo explicó Eugenia Muzio, periodista especializada en economía de Perfil.com, en diálogo con Canal E.
“La medida va en contra del proceso de apertura del cepo cambiario”, advirtió Muzio al referirse a la nueva exigencia del BCRA: a partir del 16 de mayo, las compañías que emitan ON deberán esperar 18 meses para poder pagar el capital de esos bonos. Hasta ahora, el plazo era de seis meses.
Restricción al financiamiento corporativo
Según detalló la periodista, esta operatoria era utilizada principalmente por bancos y algunas empresas del sector energético para hacerse de dólares a través de un mecanismo que esquivaba la restricción cruzada de 90 días que rige sobre el dólar oficial y el contado con liquidación (CCL). Con la extensión del plazo de repago, el BCRA busca frenar ese canal de acceso a divisas.
“Es una restricción muy fuerte para ese fondeo”, puntualizó Muzio, y agregó que esto se da en un contexto en el que el propio BCRA planea lanzar una nueva serie del Bopreal, un bono para el giro de dividendos que podría captar hasta USD 3.000 millones.
Multinacionales en alerta y dudas sobre el Bopreal
Consultada por el interés de las empresas extranjeras, Muzio indicó que muchas multinacionales siguen utilizando el CCL para enviar ganancias a sus casas matrices, pese al mayor costo de la brecha cambiaria. “Están recelosas de volver a suscribirse al Bopreal”, afirmó, y explicó que los antecedentes muestran que las compañías prefieren certezas de cobro, aún pagando más.
Un CEO del sector minero le comentó que, de los USD 1.200 millones que exportan al año, entre USD 300 y 400 millones se giran a través del CCL, pese a que esta vía puede ser más onerosa.
Impacto en el sistema financiero
“Las ON se emiten periódicamente para rolear deuda y cubrir vencimientos previos”, recordó Muzio, quien advirtió que extender el plazo a 18 meses podría afectar seriamente la capacidad de refinanciamiento de las empresas. El temor es que esta medida genere defaults, especialmente en firmas apalancadas en proyectos de inversión que enfrentan caída de ventas o suba de costos en dólares.
También remarcó que los bancos, principales emisores de ON, están analizando el impacto de esta decisión. Aún no han emitido respuestas públicas, pero hay cautela frente a un posible desincentivo en el mercado de deuda privada.
Un intento de reforzar el Bopreal
Para Muzio, esta jugada del BCRA busca robustecer la colocación del nuevo Bopreal, instrumento que se usaría para liberar dividendos retenidos y evitar presiones sobre el tipo de cambio. “El gobierno necesita que se suscriba el bono para evitar una corrida en el frente externo”, concluyó.