La economista, Natalia Motyl, conversó con Canal E y analizó el panorama económico argentino de cara al segundo trimestre de 2025, además, trazó un diagnóstico con pronósticos moderados, donde resaltó la persistencia de la volatilidad, la fragilidad cambiaria y las dudas del agro frente al esquema actual.
“La idea del Gobierno con este ‘blanqueo blue’ es que los argentinos empiecen a utilizar los dólares que tenían guardados en el colchón”, explicó Natalia Motyl, al referirse al reciente intento de incentivar la circulación de divisas en la economía. Según señaló, esta medida apunta a “generar una estabilidad macroeconómica vía mayor oferta de dólares” y, eventualmente, “corregir a la baja el tipo de cambio”.
Uno de los focos fue el comportamiento del sector agroexportador, que hoy “no está liquidando lo que debería”. Entre los factores que lo explican, mencionó la especulación por parte del campo ante un tipo de cambio que se percibe bajo. “Dicen: ¿para qué voy a vender ahora si puedo vender más caro mañana?”, apuntó.
La especulación del campo y volatilidad en el tipo de cambio
Además, las bandas cambiarias juegan un rol clave en esta estrategia de espera: “Hoy nos encontramos en la banda inferior, pero es muy probable que a medida que pasen los meses estemos más cerca de la banda superior”. A esto se suma la expectativa de posibles cambios en las retenciones con el calendario electoral: “El campo está especulando con que, más cerca de las elecciones, se puedan eliminar”.
Sobre el futuro cercano, Motyl advirtió que, a pesar de la aparente calma cambiaria, “todavía hay muchísima volatilidad en el tipo de cambio”. Las razones, según detalló, son múltiples: correcciones pendientes en el mercado local, tensiones geopolíticas, incertidumbre comercial global y el propio calendario electoral. “Cualquier ruido puede impactar negativamente en la demanda de pesos y alentar la dolarización”, subrayó.
Estabilización de la economía para 2026
Por eso, aunque se habla de una inflación contenida, para la economista no hay chances de una caída sustancial antes de octubre: “Muy probablemente se mantenga entre el 2 y 2,5% mensual en el mejor de los escenarios”. Y añadió: “No veo tan claro que la inflación se desacelere por debajo del 1% previo a las elecciones”.
En cuanto al mediano plazo, proyectó una baja más clara de la inflación recién a mediados de 2026. “Con el nuevo esquema cambiario, la reforma en política monetaria y una economía bimonetaria, se puede llegar a estabilizar la inflación y generar una desaceleración más fuerte”, sostuvo.