La inteligencia artificial está remodelando el mundo del trabajo y obliga a repensar el rol humano en un entorno cada vez más automatizado y asistido por tecnología.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el especialista en innovaciones tecnológicas, Sebastián Di Doménica, quien comentó que, “hay que partir de cómo se incorpora la inteligencia artificial en el mundo del trabajo”. La IA no solo realiza tareas específicas mediante prompts, como en los últimos años, sino que ahora suma una nueva modalidad: “los agentes de inteligencia artificial, que permiten hacer actividades múltiples”.
Estos agentes pueden tomar decisiones en tiempo real y actuar de forma autónoma según los cambios del entorno. “Ya no solo es un prompt para que haga una actividad, sino una multiplicidad de acciones”, ejemplifica. Por eso, su impacto será cada vez más amplio y transversal.
El papel humano no desaparece: se transforma
A pesar del avance de la automatización, “el rol del trabajador-persona no cambia”, enfatizó Di Doménica. La supervisión humana seguirá siendo fundamental, y se abrirán nuevos puestos asociados a esas tecnologías.
Según el Foro Económico Mundial, “el 39% de las habilidades laborales del sector productivo van a cambiar para 2030”. No se trata de reemplazos masivos, sino de una evolución. En paralelo, la OIT indica que solo un poco más del 3% de los trabajadores serían desplazados por la IA, mientras que el resto se adaptará con nuevas competencias.
Trabajo remoto y geopolítica laboral
La demografía también influye. Países envejecidos, como varios europeos y la propia Argentina, necesitarán talento joven. Sin embargo, no será mediante migración masiva, sino gracias al trabajo remoto. “Va a haber 90 millones de trabajadores que van a trabajar desde otro país en 2030”, anticipa Di Doménica, citando al Foro Económico Mundial.
Este fenómeno transformará las dinámicas laborales globales, conectando mercados laborales desbalanceados y generando oportunidades para economías emergentes.
Nuevas habilidades: IA, datos y pensamiento crítico
Ante este panorama, las habilidades más demandadas girarán en torno a la tecnología. “Van a ser inteligencia artificial, ciencia de datos y ciberseguridad”, resumió el especialista. Pero no todo será técnico: los atributos más humanos también ganarán relevancia.
“El pensamiento crítico todavía es un área exclusiva del ser humano”, afirmó. A diferencia de los modelos predictivos de IA, “el pensamiento crítico busca aquello que no es probable y que no está en la estadística”. Por eso, liderar, cooperar y adaptarse seguirán siendo esenciales.
La IA como aliada: desafíos en la capacitación
Di Doménica destacó que muchas tareas serán potenciadas, no reemplazadas. Según la OIT, “el 25% de todos los trabajos del planeta van a tener el 50% de sus tareas asistidas por la IA”. En países como Argentina, con una alta proporción de trabajos cognitivos, esto ya es una realidad cercana.
“Van a necesitar capacitación para poder mejorar y hacer esos trabajos más eficientes gracias a la IA”, adviertió. La reconversión será constante y progresiva, impulsada por la innovación y la demanda del mercado.
Finalmente, Di Doménica remarcó que “el trabajo va a seguir siendo humano y para humanos”, incluso en un entorno hiperautomatizado. Por eso, habilidades blandas como el liderazgo, la cooperación y la gestión de equipos serán cada vez más valoradas.
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