En diálogo con Canal E ,el economista Agustín Monteverde analizó la colocación del Bonte 2030 y aseguró que representa una jugada clave del gobierno para recuperar la confianza del mercado y consolidar un cambio de paradigma.
El Bonte 2030: más que una colocación de deuda
“Es una auténtica cabecera de playa para desembarcar ya en los mercados voluntarios de deuda”, afirmó el entrevistado. El economista explicó que, si bien el gobierno apunta a sumar mil millones de dólares a las reservas, “el verdadero objetivo es estratégico”, ya que el bono representa una puerta de entrada al financiamiento externo voluntario.
Según Monteverde, el Bonte 2030 ofrece características muy atractivas para inversores extranjeros: “El tipo de cambio tiene un tono bajista y el peso está mostrando fuerza, además con tasas locales competitivas”. En ese contexto, el bono resulta un instrumento clave para comenzar a reconstruir credibilidad en los mercados internacionales.
Reservas y bandas cambiarias
Consultado sobre si esta medida puede ayudar a cumplir la meta de los 4 mil millones de dólares en reservas, Monteverde fue contundente: “Yo estoy convencido de que el recorrido bajista va a continuar, tanto más cuando se haya colocado este título”. Además, minimizó el impacto de un posible incumplimiento: “Argentina ha aprobado exámenes con el Fondo sin cumplir pautas mucho más exigentes”.
También cuestionó la narrativa oficial sobre la acumulación de reservas: “El Banco Central puede intervenir dentro de las bandas, pero no lo hace por una decisión discrecional”, explicó, y sostuvo que lo relevante no es solo alcanzar una cifra, sino sostener una trayectoria de confianza en el tipo de cambio.
Consistencia y percepción del dólar
Monteverde criticó la falta de coherencia en los análisis económicos locales: “No estamos nunca bien: cuando sube el dólar es una tragedia, y cuando baja hay atraso cambiario”. Defendió la actual fortaleza del peso como algo positivo, sobre todo para los sectores más vulnerables: “Cuando el peso se fortalece, los que menos tienen ganan poder adquisitivo”.
Confianza, colchones y moral pública
Sobre las medidas para incentivar el uso de los dólares “guardados bajo el colchón”, Monteverde subrayó su dimensión simbólica: “Esto viene a restaurar moralmente a la sociedad”. Consideró que es un avance hacia “desterrar una aberración moral que nos decía que un funcionario podía declarar ilegal el dólar”.
Advirtió que el desafío será revertir décadas de desconfianza ciudadana, fomentada por normas que “convirtieron a escribanos, contadores y comerciantes en delatores de sus propios clientes”. Según el economista, “el verdadero valor de la medida es moral, más allá del impacto económico, que también va a tener”.
¿Confianza en el nuevo rumbo?
Si bien reconoció que el cambio de comportamiento será gradual, Monteverde sostuvo que ya se perciben señales: “Alguien usa 5 mil dólares, otro 2 mil, otro 10 mil... eso ya tiene impacto”. Remarcó que la confianza no se construye de un día para otro, pero que “la gente está observando si esta vez no hay persecución, y eso puede marcar la diferencia”.
¿Cambio de paradigma?
Ante la pregunta sobre si estamos ante un nuevo paradigma económico, Monteverde respondió: “Yo creo que el paradigma ha cambiado”, aunque reconoció que aún falta consolidarlo con reformas estructurales. Para él, el giro actual es tan profundo como el que significó el paso del modelo geocéntrico al heliocéntrico: “Los cambios de paradigma llevan tiempo, porque implican mirar al mundo con otros anteojos”.
Para finalizar, agregó: “Hoy estamos discutiendo precios. Eso es producto de una economía que le dijo basta a la inflación”.
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