Tras los anuncios de remonetización, el economista Javier Casabal habló con Canal E y explicó los desafíos de la política económica actual y los obstáculos para que los argentinos vuelvan a confiar en el sistema financiero formal.
“El objetivo es volver a traer los dólares que los argentinos nos llevamos del sistema financiero”, sostuvo el entrevistado. Según el especialista, el gobierno busca incentivar la circulación de los ahorros dolarizados que hoy están fuera del sistema formal: “Se estima, con números conservadores, que hay cerca de 100.000 millones de dólares en cajas de seguridad”.
Casabal recordó antecedentes similares: “Con Macri hubo un primer blanqueo y los depósitos crecieron; el año pasado, con Milei, entraron unos 16.000 millones de dólares, de los cuales ya salieron 4.000 millones”. Según explicó, esta nueva fase intenta revitalizar ese proceso de ingreso de divisas al circuito económico.
Alternativas en análisis: desde el uso forzoso hasta QRs
Respecto a las posibles herramientas para llevar adelante esta remonetización, Casabal detalló: “Una forma podría ser implantar el curso legal de manera que uno pueda usar dólares para cancelar deudas, incluso en compras cotidianas”.
Otra opción que se evalúa es incorporar los dólares a los sistemas de pago actuales. “Se discute mucho que se puedan usar los QRs para pagar con dólares, algo que hoy es habitual con los pesos”, señaló. Además, sugirió mejorar los rendimientos: “También se habla de volver a remunerar mejor los depósitos en dólares, algo que hoy no sucede”.
Sin embargo, advirtió sobre los riesgos de generar señales equivocadas: “Cuando en el pasado se subieron demasiado las tasas en dólares, la reacción fue de miedo; generaban el efecto contrario al buscado”.
Confianza e institucionalidad, el verdadero desafío
Para Casabal, la gran barrera para reactivar los depósitos es la falta de reglas estables. “Lo que está en el fondo de estos temores es la institucionalidad: cuánto duran las reglas en Argentina, si van a seguir en la próxima administración”, sostuvo. Y agregó: “Esto no solo afecta al ahorrista, también impacta en inversiones de largo plazo”.
Además, el economista hizo foco en el sector minero como ejemplo. “Una inversión en minería, como las que se están analizando en San Juan o Mendoza, requiere décadas para madurar. No alcanza con un marco que dure solo un mandato”, advirtió.
El RIGI y la necesidad de reglas duraderas
Casabal valoró la creación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) como un intento por compensar la falta de estabilidad estructural. “El RIGI viene a suplantar lo que no tenemos por historia. En otros países eso ya es una institución, las reglas no cambian con cada gobierno”.
“Eso es algo que aprendimos con YPF”, subrayó. “Cuando no hay un marco regulatorio claro, los costos los pagamos todos. Lo vimos en la balanza energética”. Para el economista, ese aprendizaje debería extenderse a otros sectores estratégicos como la minería o el agro: “Hay muchas reglas que deberían ser de largo plazo para permitir decisiones sostenidas en el tiempo”.
Una oportunidad para sanear el sistema
Finalmente, Casabal destacó que, si se logra restablecer la confianza, el impacto podría ser muy positivo: “Si los argentinos volvemos a llevar los dólares al sistema formal, podríamos ver reservas crecer en 20.000 millones de dólares. Hoy eso ni siquiera está en los papeles”.
Y concluyó: “Todo el sistema sería mucho más saludable si logramos generar un entorno de previsibilidad y confianza”.