En medio de la campaña legislativa en la ciudad de Buenos Aires, este medio se puso en contacto con el analista político, Roberto Starke, quien trazó un panorama donde se cruzan tensiones entre La Libertad Avanza y el PRO, el rol de Mauricio Macri, y la influencia nacional de una elección comunal.
Roberto Starke identificó tres niveles en la competencia electoral porteña: “El primer pelotón lo integran Santoro del peronismo, los Penato del PRO y Adorni por La Libertad Avanza”. Según encuestas que consultó, Santoro rondaría el 25%, “el techo histórico del peronismo en la Ciudad”. Sin embargo, advirtió: “Superar ese techo con un candidato tan ligado al kirchnerismo es difícil. No por Santoro, sino por el peso del discurso que representa”.
Sobre Adorni, destacó su cercanía con el presidente Javier Milei: “Ya lo vinculan directamente, incluso con carteles en la calle que dicen ‘Adorni es Milei’. En la Ciudad, Milei tiene una penetración muy interesante”.
Situación crítica para Mauricio Macri
Sobre la relación entre el PRO y el Gobierno Nacional, Starke comentó: “La gran disyuntiva es qué va a pasar con Macri, que está quedándose cada vez más solo. Si no tiene un buen resultado en la capital, corre el riesgo de que lo jubilen definitivamente”.
Pese a las tensiones, manifestó que habrá alianza en la provincia de Buenos Aires: “Ambos sectores saben que si van separados, los sacan del ring”. Y aclaró que la negociación bonaerense está en manos de actores distintos: “Ritondo, Santilli y algunos intendentes como Valenzuela son los que están conversando. Macri intenta meterse, pero no es el protagonista ahí”.
La necesidad de una alianza entre La Libertad Avanza y el PRO
En ese sentido, el analista político pronosticó una transformación interna en el PRO: “Se perfila algo así como un macrismo sin Macri. Hay dirigentes que ya se acercaron claramente al Gobierno, y si los Penato ganan en la Ciudad, Macri pierde peso político”.
También analizó la posibilidad de una campaña conjunta entre el PRO y La Libertad Avanza: “Sí, es posible. Aunque los dardos hacia Macri van a seguir, los dirigentes podrían mantener un discurso unificado. Es un escenario que veo con fuerza”.