La secretaría de Energía avanza con su plan de normalización del mercado de gas natural y Juan Bosch, presidente de SAESA, analizó para Canal E los principales cambios que se llevarán a cabo. Ahí destacó que por primera vez en dos décadas se concretó una revisión tarifaria de largo plazo y detalló cómo impactará en los usuarios residenciales, comerciales e industriales.
“Lo más importante es que, por primera vez en 20 años, se completó la revisión quinquenal de tarifas”, señaló Juan Bosch. Este nuevo marco regula las condiciones en las que operarán las empresas licenciatarias entre 2025 y 2030, incluyendo “las tarifas que van a cobrar” y también sus obligaciones de inversión. “Sumados, los planes de inversión de las distintas empresas superan los USD 1.200 millones. Eso está incluido dentro del valor que pagamos en la tarifa”, explicó.
Las mejoras en infraestructura y servicio son un eje central de este nuevo esquema. “A medida que vamos pagando, se van concretando esas inversiones. Que tienen que redundar en mejoras también en el servicio”, aseguró. Entre los indicadores que deben corregirse está el gas no contabilizado: “Está muy fuera del estándar global. Y tenemos que llegar al 2.5, que es un estándar más razonable, antes del 2030”.
Tarifas moderadas para usuarios residenciales y comerciales
Uno de los puntos clave es cómo afectarán estos cambios al bolsillo de los consumidores. Bosch comentó: “El aumento de tarifas, efectivamente, es muy moderado”, tanto para usuarios hogareños como comerciales. Esto se debe a una directiva del ministerio de Economía para evitar subas abruptas en el contexto del plan antiinflacionario: “Los aumentos que hubiera que hacer se harán en no más del 3% inicialmente y el resto en 30 cuotas”.
Para los consumidores industriales, sin embargo, el panorama es distinto. “La gran mayoría de ellos son considerados grandes usuarios o usuarios libres. Pueden elegir a quién le compran el gas natural”, aclaró. Por el contrario, los usuarios residenciales y los pequeños comercios “son cautivos. Simplemente le compran el gas a la distribuidora de la zona. Ahí viene todo empaquetado, el gas, el transporte y la distribución”.
Apertura del mercado y la posibilidad de elegir a quién comprarle gas
El presidente de SAESA comparó el esquema argentino con el de países más avanzados en liberalización energética: “Esto es lógico para nosotros en Argentina, pero ya en el mundo no es así. Todos los usuarios en países desarrollados podemos elegir a quién comprarle el gas”. Según adelantó, ese cambio también podría llegar al país: “Probablemente vayamos hacia ello más pronto que tarde”.
Aun con estos avances, reconoció que el esquema de subsidios no desapareció del todo, pero sí se redujo considerablemente. “Esa protección que vendría a ser una tarifa inferior al costo se ha ido reduciendo”, señaló. “Los usuarios que no tenemos subsidio, tanto los comerciales como los usuarios residenciales de mayor consumo, ya estamos pagando prácticamente el precio pleno del gas”, agregó.