El economista, Matías Kulfas, en una nueva edición de Efecto Mariposa, realizó un análisis profundo sobre la historia económica argentina, el rol del Estado y los desafíos estratégicos para el futuro industrial del país.
Matías Kulfas destacó: “Argentina es el país que más veces entró en recesión en el mundo, en todo el mundo”. Luego, reiteró la magnitud del problema estructural que enfrenta la economía nacional. Según desarrolló, los únicos períodos de crecimiento sostenido desde 1976 se reducen a dos intervalos breves: “91, 98 y 2002, 2011, con la tercera crisis mundial del 2008”.
Argentina y el modelo de industrialización
A su vez, trazó una línea histórica desde el modelo de industrialización inicial hasta la actualidad. Según explicó, Argentina vivió una fase de industrialización acelerada en un contexto global más proteccionista: “Argentina se industrializó más aceleradamente, ya tenía una base industrial a principios del siglo XX, la aceleró y le fue bastante bien”. Aunque reconoció que, “es un modelo industrial que tiene, por supuesto, falencias”, también remarcó que, “tuvo muchos logros”.
La ruptura, según Kulfas, se produjo tras el golpe de Estado de 1976: “Lo que viene después, el 75, el 76, es un no modelo”, y desde entonces, se consolidó una inestabilidad económica crónica.
En otra instancia, manifestó que el Estado tuvo y debe seguir teniendo un papel clave en el desarrollo productivo. “Hace 70 años el Estado cumplió un papel importantísimo en la industrialización”, recordó. Asimismo, mencionó como ejemplos paradigmáticos “el acero, la petroquímica, el aluminio”, sectores donde la intervención estatal fue determinante: “Era muy difícil implementarlos sin un papel muy fuerte del Estado, ya sea como productor o con fuertes programas de promoción”.
Aunque reconoció los límites actuales del aparato estatal frente al dinamismo privado, el economista remarcó: “Me parece que el Estado tiene un papel central, sobre todo como orientador estratégico, como generador de los incentivos adecuados, como garante de una estabilidad macroeconómica que oriente bien la inversión”. En este sentido, sostuvo que, “el Estado sí puede proveer y tiene que proveer una infraestructura de ciencia y tecnología básica”.
La necesidad de una nueva estrategia industrial
Sobre la misma línea, hizo un llamado a actualizar el enfoque hacia una política industrial moderna. “Yo creo que si algo hay que revalorizar, y más aún en estos tiempos, es cómo hacemos para revitalizar una estrategia industrial moderna”, señaló. A su vez, aclaró que no se trata de repetir el pasado: “No es la estrategia industrial de los 60, es otra que hay que implementar”, y planteó la necesidad de “cuatro o cinco ámbitos preferenciales de desarrollo interno”.