El reciente anuncio del Gobierno argentino sobre la reducción progresiva de aranceles a la importación de celulares —que pasarán del 16% actual al 0% en enero de 2026— ya comenzó a generar efectos visibles en el mercado. Las principales cadenas de venta de tecnología ajustaron sus precios, y los consumidores empiezan a notar la diferencia. Sin embargo, la medida también provocó críticas desde sectores productivos locales, especialmente en Tierra del Fuego.
Esta decisión se enmarca dentro de una política más amplia orientada a la desregulación del comercio y la eliminación de trabas impositivas. La iniciativa responde a un objetivo claro: facilitar el acceso a productos tecnológicos que, hasta ahora, resultaban excesivamente costosos en el mercado argentino.
El gobernador de Tierra del Fuego criticó la baja de aranceles a celulares
Todas las medidas que se vienen tomando desde el inicio de esta administración apuntan a quitarle trabas y cargas al comercio exterior. Siempre hay sectores que se benefician y otros que se perjudican, pero en este caso el principal beneficiado es el consumidor.
Uno de los argumentos centrales en defensa de la medida es la disparidad de precios entre Argentina y los países limítrofes. Durante años, muchos consumidores argentinos viajaron a Paraguay, Brasil o Chile para adquirir productos electrónicos —como celulares, aires acondicionados o televisores— a precios mucho más bajos. Ahora, con esta baja de aranceles, se espera que el país logre reducir esa diferencia y ofrecer tecnología de punta a valores más competitivos.
Las cifras ya lo demuestran. Por ejemplo, el iPhone 14 de 128GB bajó de 1.499.999 a 1.269.999 pesos (una caída del 15,3%), mientras que el iPhone 16 Pro 128GB, que costaba 2.749.999 pesos, ahora está a 2.299.999 pesos (una baja del 16,4%). Según proyecciones de un segundo proveedor, el iPhone 16 Pro Max (256GB), actualmente ofrecido en cuotas por 2.630.000 pesos, podría venderse en enero de 2026 a 1.727.823 pesos, implicando una reducción total del 19%.
Análisis del impacto de la medida
No obstante, el impacto de esta medida no es solamente comercial. Desde Tierra del Fuego, uno de los polos de producción electrónica del país, surgieron cuestionamientos ante la amenaza que podría representar esta apertura para la industria local. El gobernador Gustavo Melella calificó la medida como “un golpe muy duro para la industria”, y la UOM anunció un paro total como forma de protesta. Las preocupaciones se centran en la pérdida de empleos y en la viabilidad a largo plazo de la producción nacional frente a una competencia externa fortalecida.
Cómo funciona la medida oficial para bajar los precios 30%
Frente a estas críticas, no se debe perder de vista un aspecto clave: la rebaja de impuestos internos también puede beneficiar a los fabricantes locales.
El espíritu de la medida no es sólo abrir el mercado, sino también reducir los costos de fabricación dentro del país. Con menos impuestos internos, el costo de producir en Argentina podría bajar hasta un 30%, lo que mejora la competitividad del país en este rubro.
En este sentido, se abre una oportunidad para reacomodar los precios relativos del mercado interno, lo que podría generar un beneficio más amplio: mejorar el poder adquisitivo de las familias y dinamizar el consumo tecnológico.
Además del impacto inmediato sobre los precios, estas medidas podrían tener un efecto indirecto sobre el proceso de desinflación. Al transparentar y sincerar los valores de mercado, el Gobierno busca generar una mayor confianza en los consumidores y alinear los precios con los estándares internacionales. Actualmente, el mismo modelo de iPhone cuesta más del doble en Argentina que en Estados Unidos, una brecha que las nuevas políticas intentan cerrar.
Finalmente, desde la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), se celebró la decisión al considerarla un paso hacia una mayor competencia y una oferta más diversificada. La expectativa general es que este tipo de reformas promuevan un mercado más dinámico y accesible, tanto para los consumidores como para los productores locales que sepan adaptarse al nuevo escenario.
* Especialista en Comercio Exterior.